Caricaturas de Unamuno

5 La caricatura La caricatura es un retrato exagerado, ilustrativo, satírico o humorístico de una persona, distorsio- nando sus facciones pero manteniendo un parecido con el personaje que lo hace reconocible al especta- dor, destacando en él los rasgos más definitorios de la persona caricaturizada. El dibujo caricaturesco es directo y rotundo en su definición, expresando con simples trazos los perfiles externo e interno de la persona retratada, porque si esto no se logra la silueta carece de validez, convirtiéndose en una grotesca caricatura de sí misma; pero si la pluma del artista tiene destreza y sabi- duría, es un alegato democrático, censurado en las dictaduras. La caricatura moderna vio la luz a finales del siglo XVI en la boloñesa escuela de arte de la familia Carracci, donde los alumnos deformaban los retratos de los visitantes, llegando a España en el siglo XIX sin mucho éxito, a pesar de los esfuerzos de Goya, pues la censura de los gobiernos absolutistas no permitió su desarrollo. Fue a comienzos del siglo XX cuando inicia su implantación formal la caricatura española con Orte- zo, Alenza, Sileno, Tono, Opisso y Castelao, entre otros, alcanzando su cénit, éxito y popularidad en el primer tercio de dicho siglo, con destacados exponentes de la misma. La caricatura en la República Fue durante la II República Española cuando la caricatura política consagró su mérito, aceptación y plenitud en la prensa, y los caricaturistas adquirieron reconocimiento y fama nacional con retratos de gran calidad que ilustraban crónicas o ridiculizaban a políticos de uno y otro signo, en viñetas de indudable valor artístico, documental y periodístico, siendo pinceladas de discurso gráfico al alcance de todos los lectores. Algo que tuvo importante resonancia en una época de gran influencia de la prensa en la opinión pública, por carecer de competencia televisiva y tener escasa influencia la radio. Tiempo de enorme po- litización ciudadana, y lucha de las organizaciones políticas y sindicales por controlar la prensa con fines ideológicos partidistas, en una sociedad fragmentada en posturas antagónicas y enfrentadas. Lideraban el caricaturismo gráfico tres publicaciones de derechas: El Debate, El Siglo Futuro y Gra- cia y Justicia , con más influencia propagandística que la ejercida por Arribas en la prensa socialista y anarquista, prestando menos atención a la caricatura los periódicos más centrados, como El Sol, ABC, Crisol, La Voz y El Liberal , que optaban por la crónica y el artículo, frente a la imagen, complemento de la noticia.