CUASANTE CUASANTE FORMA Y EXPRESIÓN EN LA OBRA DE
CUASANTE FORMA Y EXPRESIÓN EN LA OBRA DE
Ediciones de la Diputación de Salamanca Serie Catálogos de exposiciones, n.º 256 1.ª edición © Diputación de Salamanca Textos: José María González Cuasante Aníbal Lozano Jiménez Comisario: Ángel Almeida Fotografía: Gaspar Domínguez Transporte y Montaje: Hnos. Feltrero ediciones@lasalina.es www.lasalina.es/cultura ISBN: 978-84-7797-701-8 Depósito Legal: S 209-2022 Maquetación e impresión: Gráficas Lope. Salamanca www.graficaslope.com Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea mecánico, electrónico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor.
5 PRESENTACIÓN La Diputación de Salamanca se complace en presentar la obra de un artista muy especial: José María González Cuasante. Su pintura es la referente de un maestro de Castilla y León, cuyo premio honorífico de las Artes recibió en 2007. Nacido en Fresno de Losa, Burgos, con 25 años inicia su carrera artística como maestro de dibujo en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando donde dos años después, en 1972, recibe una beca de la Fundación Juan March que le permite seguir sus estudios en el extranjero. Actualmente es catedrático emérito de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. De su obra pictórica se ha escrito: «Se le puede definir como un pintor de corte académico, con un estilo propio muy marcado, donde los colores planos tienen tanto protagonismo como la luz y las sombras. Un contraste cromático a base de rojos, azules, blancos, en su mayoría, tratados con gran maestría y sutileza». Ha realizado más de sesenta exposiciones individuales y su obra ha sido catalogada en veinticinco museos o grandes colecciones como la IVAM de Valencia, llegando incluso al Chase Manhattan Bank, de Nueva York, o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. La muestra que recoge la sala de exposiciones La Salina de la Diputación de Salamanca indaga precisamente en el carácter íntimo de su pintura a través de lo que el mismo artista ha considerado en torno a la forma y la expresión de su pintura. Javier Iglesias García Presidente de la Diputación de Salamanca
FORMA Y EXPRESIÓN
9 Frecuentemente en los catálogos publicados de algunas exposiciones suelo hablar de mi propia obra. Aprovecho la ocasión para comentar algunos de los aspectos que considero más determinantes de lo que hago. Así, «Una aproximación al mundo de las apariencias», Diputación Provincial de Jaén; «La forma dictada por el estímulo», Caja de Castilla-La Mancha, Albacete; «Onda corta y onda larga», Diputación de Cádiz; «Sobre los colores», Caja Duero, Salamanca; «Una reflexión sobre fotorrealismo», Arco de Santa María, Burgos, etc. etc. Posiblemente deje en el tintero algunos aspectos significativos que tal vez la crítica o el público consideren más relevantes positiva o negativamente, pero de lo que personalmente redacto doy fe de que es lo que verdaderamente me motiva como pintor. Una vez más y para no centrarme solo en un aspecto voy a referirme a varios a la vez. Mi doble formación en la Escuela de Bellas Artes y la Facultad de Filosofía de Madrid han sido dos pilares en que apoyarme indistintamente a lo largo de mi trayectoria: la práctica del dibujo y la pintura en la Escuela y un cierto espíritu crítico y reflexivo sobre la estética y el sentido del arte en la Facultad. Desde el inicio de mis estudios consideré que la formación académica en el ejercicio de la pintura era una condición necesaria
10 pero no suficiente. En el Arte siempre ha habido una intencionalidad expresiva de acuerdo con la particular manera de entender el mundo. Así, los grandes artistas de cada momento han sabido dar forma a ciertas inquietudes intelectuales, sociales o estéticas expresándolas de la manera más acorde con su tiempo, cumpliendo esa doble función estética y comunicativa. Es decir, transmitiendo el mensaje a través de la forma con cierto impacto estético emocional para hacerlo más eficaz. Suele ocurrir que ciertas innovaciones formales son tan fuertes por desacostumbradas que en principio reciben cierto rechazo. Pero si son consecuentes con lo que he dicho antes, acaban instaurándose siendo reconocidas y gozadas plenamente. Es el momento en que, consolidadas, pasan a ser codificadas como lenguaje y, transmitidas académicamente, tienden a repetirse en el tiempo. Pero seguramente habrán aflorado otras inquietudes exigiendo sus adecuadas respuestas, aunque no necesariamente deban romper por completo con el estado anterior. El tránsito del Renacimiento al Barroco se puede ver tanto como la evolución del Clasicismo del siglo xvi al Academicismo del xvii, como la respuesta realista barroca frente al idealismo renacentista. Dicho lo cual y ya con cierta veteranía, centrándome en mi
11 propia historia, diré que, acabada mi etapa formativa, experimenté algo así como una reconversión intelectual que quiero señalar para entender mejor mi estilo. Interesado desde mi niñez por el arte, no solo quería aprender a dibujar y pintar, sino que devoraba cualquier revista, catálogo o libro que hablase de pintura. Según crecía iba pasando de la estampa de un recordatorio con una Virgen de Murillo a los dibujos de Toulouse Lautrec, las estilizaciones de Modigliani, los murales de Antonio Pedrero o el cubismo de Picasso. De impacto en impacto asimilaba sus mensajes, más que a través de los comentarios escritos, que apenas entendía, de mi propia sensibilidad. Más adelante, ya en la universidad, fue la abstracción lo que me fascinó enormemente, especialmente la vertiente gestual e informalista de Pollock, Tapies y Saura. Eran los tiempos de mi formación académica que nunca puse en cuestión ni critiqué porque me parecía que no era contradictorio el conocimiento del oficio con las expresiones emocionales materializadas sin forma en manchas, texturas y gestos. Tanto es así que en
12 los dos últimos años en la Escuela puse en práctica esas lecciones aprendidas en las salas del Ateneo de Madrid, la galería Juana Mordó y el recién creado Museo de Cuenca. ¿Pero qué pasaba con la imagen o la maravilla de la contemplación de la naturaleza? En la Escuela todavía posaban modelos desnudos en teatrales actitudes decimonónicas que ciertamente inspiraban muy poco. Abundaban en Madrid muchas exposiciones sin interés y los figurativos más avanzados como los de la Escuela de Madrid (alumnos de Benjamín Palencia), ya con cierta veteranía, no me atraían demasiado. Pero resulta que un pintor joven que había sido profesor nuestro estaba cada vez más preocupado por reflejar de una forma radicalmente original su entorno existencial. Me refiero a Antonio López García, que sin duda era ya un referente. Así, con la pérdida del entusiasmo por el informalismo abstracto, una revisión crítica de la figuración tradicional, cierto interés por la instaurada iconografía pop y la maravilla del espectáculo visual solo por el hecho de tener los ojos abiertos, decidí volver a la figuración. El pop art solo me interesó por aquello de recuperar la imagen y tampoco me llamó la atención la Nueva figuración crítica, excesivamente tendenciosa y panfletaria. Así que en 1971 comencé a describir directa y minuciosamente de forma realista mis presencias inmediatas de ámbito doméstico. Algo más tarde supe de la existencia del hiperrealismo americano y progresivamente fui pasando a otros motivos urbanos.
13 Para no perder la fugacidad de la imagen recurrí a la fotografía. La fotografía no era solo un reflejo de la apariencia visual como había sido en el siglo xix, sino que se había vuelto ya una realidad más. Desde entonces creo que el comportamiento de un pintor con la fotografía no se diferencia mucho del que se practica directamente ante el mundo físico. Sobre la fotografía se puede ser a la vez un minucioso reproductor y un intérprete recreador manejando los mismos recursos plásticos. Con estas convicciones he seguido trabajando desde mediados de los años 70 hasta la fecha con solo un pequeño paréntesis de cierta desintegración neoexpresionista en los años 80. Mis imágenes, tomadas al principio sin buscar excesivamente el modelo anecdótico, tal vez se hayan dulcificado algo en los últimos años, más atraído por la composición, pero especialmente por el impacto del color luz. Sobre el color debería referirme a mi actividad docente como catedrático de pintura que he sido en la Facultad de Bellas Artes de Madrid. El paso de Escuela a Facultad me obligó a impartir una enseñanza no solo de taller, sino algo más intelectual con razonamientos convincentes sobre la naturaleza del color. Manejando algo de física y de fisiología de la
14 visión del color se entiende mejor lo que pasa con la absorción, reflexión y transmisión de la luz y el color en las capas de pintura para así adecuar oportunamente los recursos en cada caso. Mi experiencia como pintor me ha servido para educar a otros pintores y yo me he enriquecido intercambiando opiniones con la suya, reflexionando sobre sus aciertos y errores. Pero el estudio del color como tal me ha llevado también a hacer de él el motivo fundamental de mi producción, tanto en los interiores de factura pictórica y suelta protagonizados por el rojo como en las escenas exteriores de personajes y objetos, más analizados y elaborados a base de ir superponiendo finas capas de pintura transparente para que el color sea más luminoso y real. El conjunto de piezas que se presenta en esta exposición no incide tanto en reflejar la vida y el entorno de su autor como en gozar de lo visible según el título de mi última exposición el pasado mes de octubre en Madrid: «El uso y el disfrute del color». José María González Cuasante
MORFOLOGÍA Y COLOR EN LA PINTURA DE CUASANTE
17 Pocas veces un prólogo aclara tanto como lo hace el realizado por el propio artista. Creo que ahí está todo, pero añadamos: la última frase de su escrito es lo fundamental. Después del pop, la pintura se empeñó en pintar lo irrelevante y lo cotidiano para romper el posible envaramiento de la pintura oficial. Un paso más fue el hiperrealismo americano, que pretendía fotografiar con pinceles. La influencia temática de la pintura americana en JM Cuasante es clara, como la referida en torno a David Hockney. Cuasante nació en Valle de Losa (Burgos) y emprendió su formación en Madrid, donde la visión desmarca del origen y le enfrenta con su juventud como en una pintura de Hooper. No se contentó con reflejar la realidad tal como es, aunque parta, como confiesa, de la misma fotografía. Para marcar el contraste, trata temas de cuanto surte la naturalidad espontánea, incluso lo vago, en el sentido amplio de lo confesado por esta palabra, sobre todo el dogma actual de la vagancia, del dolce far niente, para que su carga estética quede evidente. Quizás el mismo artista incide en esta reflexión al describir su exposición en el Monasterio de Valbuena hace veinte años: «En mi primera juventud, en los años 60, la estética abstracta de tipo informalista y gestual
18 me produjo un fuerte impacto, pero una vez pasado ese estremecimiento inicial y siguiendo el curso de los movimientos vanguardistas, me fueron interesando más los cuadros apoyados en elementos figurativos y en ese sentido acabé siendo radical en la representación de lo visible». Y es que este pintor, que parece fotográfico o testimonial, tiene gato encerrado, trasciende el hiperrealismo de dos formas: de una forma expresionista en los cuadros en los que un color –el rojo– predomina hasta convertirse casi en monocromías. Así lo vemos en los cuadros de las Ramblas y en el de una terraza donde todo, menos los personajes, va en rojos y el cielo, negro. La obra de Cuasante, que en el ámbito académico pasa por su docencia como catedrático de Pintura en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, ha presentado
19 numerosísimas exposiciones, que sería imposible enumerarlas, realizadas no solo en España, sino también en Europa y América. Muchos de sus cuadros forman parte de prestigiosos museos españoles: IVAM de Valencia, Museo Municipal de Madrid, Museo de Burgos, Fundación Banco Santander, Fundación Mapfre, Chase Manhatan Bank de New York, Telefónica, Endesa, La Caixa o Fundación Cajacírculo, entre otras colecciones. Está en posesión de varios premios y galardones tanto nacionales como internacionales, entre los que cabe destacar el Premio Castilla y León de las Artes en 2007. Se ha escrito que su «pintura transmite sosiego en este mundo tan agitado donde la prisa nos invade». Y quizás por ello retornamos a sus propias palabras donde confluye una razón de peso tan honda como emocionante que le lleva a su interés por el hiperrealismo: «Era un movimiento americano que tenía expresiones parecidas en Europa y que consistía en utilizar la fotografía sin complejos para hacer más accesible al público la iconografía que unos años antes había instaurado el movimiento Pop. No suelo decir que un poquito antes había tenido un grave accidente de coche volviendo de Paris con riesgo de haberme quedado ciego. Recuperado con alguna deficiencia que desde entonces mantengo,
20 valoré la experiencia visual, el hecho de abrir los ojos y presenciar lo que hay delante, como el mejor de los cuadros posibles». Predomina, por tanto, en la obra de Cuasante el color, pero aborda su trabajo inicial desde el dibujo, de corte academicista, en una sutil arquitectura según la cual el color acepta marcar espacios no tanto por efecto del expresionismo como por deslindar la diferencia, en una especie de vuelta –de tuerca– con la fotografía. Los colores los acentúa muchísimo y ello nos depara quizás que pueda hablarse de expresionismo por esta saturación cromática, pero con un modo nuevo que –creemos– parte de su propia experiencia vital. A base de veladuras, Cuasante lo llama colores trasparentes, el artista llega a saturar la obra en tonos casi planos, en ese presumible retorno a la fotografía referido antes, como si se tratara de una solarización del color, como sucede en las imágenes analógicas o digitales, al fin y al cabo gráficas, de la película. De esta forma, con los colores casi planos consigue lo que él llama sorollismo por la luz.
21 Es una luz casi excesiva, surgida de la investigación sobre la idea de la percepción de la imagen, o más que de la imagen, de la percepción del color mismo, motivo de su tesis doctoral y de numerosos escritos sobre ello por parte del propio artista. Cuasante es un pintor reflexivo, literario, y formaliza sutilmente cierto expresionismo porque irrealiza el contenido de la figuración para diferenciar el contenido del tema tratado. Estamos ante una temática que desarrolla la banalidad de la vida o que la representa, si exceptuamos la pintura de la estatua, haciéndonos ver una magia incierta. Usemos de la misma para advertir que esa vida tiene truco porque lo que se ve en los cuadros no es la vida real, sino un cartel de esa vida, un cartel de colores planos que no son los colores de la realidad, sino de una visión sostenida, como en una
22 música fragmentada, por instantes de silencios, en la vida misma. Las reflexiones sobre su propia obra valen para explicar su pintura. Cuasante estudió Geografía e Historia y, por lo tanto, su plano de observación no es solo teórico, sino que además revela un sentido práctico y sabe lo que quiere y por qué lo quiere. Su recordada tesis doctoral recogía la psicología de la percepción, el interés por la imagen visual y el espacio plano. Sostiene Cuasante, por tanto, la percepción en sus escritos sobre su pintura con enorme claridad: «En la pintura, como solían decir los grandes pintores abstractos de principios del siglo xx, la forma es el contenido y el contenido no hay que identificarlo con el tema». Está en su hermoso diario de trabajo. Aníbal Lozano Jiménez
CATÁLOGO
25 S/T. 2020. 116 x 116 cm. Óleo sobre tela
27 S/T. 2014. 97 x 130 cm. Óleo sobre tela S/T. 2021. 114 x 114 cm. Óleo sobre tela ➤
28 Triedro urbano. 2012. 90 x 130 cm. Óleo sobre tela
29 Toldo rojo. 2020. 100 x 81 cm. Óleo sobre tela
30 S/T. 2016. 90 x 90 cm. Óleo sobre tela
31 S/T. 2018. 100 x 100 cm. Óleo sobre tela
32 S/T. 2022. 80 x 80 cm. Óleo sobre tela
33 S/T. 2015. 73 x 60 cm. Óleo sobre tela
34 Palmeras. 2006. 130 x 73 cm. Óleo sobre tela
35 Tomy en el Cantábrico. 2020. 81 x 114 cm. Óleo sobre tela
36 S/T. 2013. 92 x 73 cm. Óleo sobre tela S/T. 2001. 92 x 92 cm. Óleo sobre tela ➤
38 S/T. 2016. 162 x 130 cm. Óleo sobre tela
39 S/T. 2020. 73 x 60 cm. Óleo sobre tela
40 S/T. 2021. 61 x 61 cm. Óleo sobre tela
41 S/T. 2021. 61 x 61 cm. Óleo sobre tela
42 S/T. 2021. 41 x 61 cms. Óleo sobre tela
43 S/T. 2021. 41 x 61 cm. Óleo sobre tela
44 S/T. 2018. 73 x 60 cm. Óleo sobre tela
45 S/T. 2018. 73 x 60 cm. Óleo sobre tela
46 S/T. 2018. 73 x 60 cm. Óleo sobre tela
47 S/T. 2014. 54 x 73 cm. Óleo sobre tela
48 Triedro urbano. 2014. 54 x 65 cm. Óleo sobre tela
49 Triedro urbano. 2011. 65 x 54 cm. Óleo sobre tela
50 Papelera. 2018. 55 x 46 cm. Óleo sobre tela
51 Triedro urbano. 2011. 54 x 65 cm. Óleo sobre tela
52 Amarillo, magenta y cian. 2020. 41 x 61 cm. Óleo sobre tela
53 Amarillo, magenta y cian. 2020. 41 x 61 cm. Óleo sobre tela
54 S/T. 2020. 46 x 33 cm. Óleo sobre tela
55 S/T. 2019. 46 x 33 cm. Óleo sobre tela
56 S/T. 2006. 41 x 33 cm. Óleo sobre tela
57 S/T. 2008. 41 x 33 cm. Óleo sobre tela
58 Interior. 2013. 48 x 60 cm. Óleo sobre tela Interior. 2013. 50 x 50 cm. Óleo sobre tela ➤
60 Interior. 2021. 55 x 46 cm. Óleo sobre tela
61 Interior. 2019. 50 x 50 cm. Óleo sobre tela
62 Interior. 2021. 61 x 46 cm. Óleo sobre tela
63 Interior. 2019. 55 x 35 cm. Óleo sobre tela
64 Bata de baño. 2019. 55 x 38 cm. Óleo sobre tela
65 Bata de baño. 2013. 46 x 38 cm. Óleo sobre tela
66 Cartas de colores. 2010. 46 x 38 cm. Óleo sobre tela
67 Interior. 2016. 46 x 38 cm. Óleo sobre tela
68 Cartas de colores. 2013. 46 x 38 cm. Óleo sobre tela
69 Bata de baño. 2019. 35 x 27 cm. Óleo sobre tela
70 Bata de baño. 2019. 35 x 27 cm. Óleo sobre tela
71 Bata de baño. 2019. 35 x 27 cm. Óleo sobre tela
72 Jardín. 2016. 92 x 65 cm. Óleo sobre tela
73 JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ CUASANTE Nace en Fresno de Losa (Burgos) el 11 de noviembre de 1944. Tras cursar el bachiller superior en el Instituto «Claudio Moyano» de Zamora y aprobar el Preuniversitario en la Universidad de Salamanca, inicia en 1963 la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid simultaneándola con la de Bellas Artes. En 1971 lee la tesina en la Facultad de Filosofía y Letras de la UCM dirigida por el profesor Angulo Íñiguez y comienza a exponer su obra plástica en colectivas en las galerías Amadis y Seiquer de Madrid. El año 1972 expone individualmente en la galería Amadís y consigue una beca de la Fundación Juan March para ampliar estudios de Bellas Artes en París. Durante su tiempo de estancia en esa capital contacta con la galería
74 Lilian Francois donde expondrá su obra periódicamente durante varios años. A su vuelta a Madrid es contratado en el curso 1973-74 como profesor ayudante de pintura del profesor Vargas Ruiz en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, iniciando su carrera como profesor de bellas artes ejerciendo en la actualidad como catedrático emérito en la Complutense de Madrid. Es Premio de Castilla y León de las Artes en 2007.
75 EXPOSICIONES INDIVIDUALES 1972 Galería Amadís, Madrid. 1973 Galería Seiquer, Madrid. Galería Lecuyer, Bruselas. 1974 Galería Liliane François, París. 1975 Galería Rua, Santander. 1976 Galería Ynguanzo, Madrid. 1977 Galería Liliane François, París. 1979 Galería Atenas, Zaragoza. Galería Ynguanzo, Madrid. Galería Berruguete, Burgos. 1980 Galería Liliane François, París. Galería Almuzara, Segovia. 1981 Galería Seny, Barcelona. Galería Ynguanzo, Madrid. Sala Castel-Ruiz,Tudela. 1982 Caja de Ahorros, Burgos. Galería Altamira. Gijón. 1983 Casa de Cultura, Zamora. Galería Liliane François, París. 1984 Galería Altamira, Gijón. 1985 Sala de Arte Espí, Torrelavega. Galería Ynguanzo, Madrid. 1986 Galería Siena, Burgos. 1987 Galería Altamira, Gijón. 1989 Galería El Sol, Altea. 1990 Galería Nolde, Navacerrada. 1991 Galería Seiquer, Madrid. Sala Tioda, Gijón. 1992 Espacio Cajaburgos, Burgos. 1993 Galería Seiquer, Madrid. 1994 Galería Clave, Murcia. 1995 Centro Cultural Casa del Cordón, Burgos. Itinerante por provincias de Castilla y León. Sala de Exposiciones Monasterio de Ntra. Sra. de Prado, Valladolid. Torreón de Lozoya, Segovia. Monasterio de Santa Ana, Ávila. Sala de Exposiciones La Salina, Salamanca. Caja España, León. Casa de Cultura, Zamora. Caja España, Palencia.
76 Diputación de Cádiz, Cádiz. Galería Marisa Marimón, Ourense. Galería Jordi Barnadas, Barcelona. 2005 Sala de Exposiciones de Caja Duero, Zamora, Cáceres, Plasencia y Salamanca. Galería La Aurora, Murcia. 2006 Galería My Name’s Lolita Art, Valencia. Espacio 36, Zamora. 2007 Arco de Santa María, Burgos. Galería Fermín Echauri, Pamplona. Galería Carlos Bermúdez, Córdoba. 2009 Galería Jordi Barnadas, Barcelona. My Name’s Lolita Art., Valencia. Espacio 36, Zamora. 2010 Galería Estampa, Madrid. Sala Tioda, Gijón (Asturias). 2011 Arco de Santa María, Burgos. 2012 Sala La Jaramilla, Coslada- Madrid. Galería Espacio 36, Zamora. 2013 El amanecer, Galería Estampa, Madrid. Color y Realidad. Galería Fermín Echauri. Pamplona. Sala de Exposiciones, Palacio de la Audiencia, Soria. Galería Nolde, Navacerrada. 1996 Sala de Exposiciones Palacio de la Diputación Provincial de Jaén. 1997 Palacio de la Madraza. Universidad de Granada, Granada. 1998 La Casa Verde, Galería Nolde, Navacerrada. 1999 Rojo, Galería Estampa, Madrid. Galería Lourdes Carcedo, Burgos. Galería Fermín Echauri, Pamplona. 2000 Espacio 36, Zamora. Galería Val i 30, Valencia. 2001 Galería Jordi Barnadas, Barcelona. Caja Castilla-La Mancha, Albacete. 2002 Galería El Sol, Altea. 2003 Galería Estampa, Madrid. Galería Fermín Echauri, Pamplona. 2003 Espacio 36, Zamora. 2004 Onda larga y onda corta, Sala Rivadavia. Fundación Provincial de Cultura,
77 2014 Sala Parés –Espai 2– Barcelona. 2015 Galería Espacio 36, Zamora. 2016 Colegio de Arquitectos, León. Fundación «Las Edades del Hombre», Monasterio Santa María de Valbuena, Valladolid. 2017 Galería Fermín Echauri, Pamplona. Arco de Santa María, Burgos. 2019 Galería Espacio 36, Zamora. Formulaciones en la práctica pictórica de G. Cuasante, Facultad de Bellas Artes, Madrid. 2021 Resumen, Fundación Cajacírculo, Sala Pedro Torrecilla, Burgos. Formulaciones, Museo Francisco Sobrino, Guadalajara. El uso y el disfrute del color, Galería My Name’s Lolita, Madrid.
78 OBRAS EN MUSEOS Y COLECCIONES IVAM. Centre Julio González, Valencia. Museo Municipal de Madrid. Museo de Burgos. Museo Provincial de León. Museo del Dibujo Castillo de Larrés, Huesca. Museo del Paisaje, Priego de Córdoba. Museo del Grabado Español Contemporáneo, Marbella. Museo de Semana Santa, Zamora. Gabinete de Estampas, Biblioteca Nacional, Madrid. Ministerio de Trabajo y Bienestar Social. Junta de Castilla y León. Cortes de Castilla y León. Universidad Complutense de Madrid. Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Ayuntamiento de Burgos. Casa de Cultura de Zamora. Diputación de Jaén. Diputación de Cádiz. Fundación Banco Santander Central Hispano. Fundación Mapfre. Fundación Cajacírculo, Burgos. Chase Manhatan Bank, Nueva York. Banco Urquijo, Madrid. La Caixa de Pensions, Barcelona. Caja Castilla-La Mancha. Caja Burgos. Caja Círculo, Burgos. Caja Duero. Caja Murcia. Colegio de Arquitectos de León. Palacio de Saldañuela, Burgos. Compañía Telefónica Nacional. Endesa, Madrid. Colección CIRCA XX (Pilar Citoler).
CUASANTE www.lasalina.es/cultura
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