SANTIAGO MARTÍN VARRON

Al término de la feria el balance es positivo no solo para Santiago Martín, sino también para los artistas invitados. Aunque las ventas tan solo permiten cubrir los gastos de organización, traslado, alquiler de los dos stands y publicidad, la cita sirve para establecer contactos con galerías y autores tanto nacionales como internacionales. No cabe duda de que ello enriquece el bagaje de la sala y es útil a la hora de pulsar las direcciones por las que discurre el mercado artístico, lo que genera un espíritu optimista que invitará a repetir la experiencia en 1987 y 1988. Precisamente 1988 es el año en que Varron da el salto internacional y se presenta en la Feria de Arte Lineart de Gante, a la que Santiago Martín allega las obras de Gregorio Rodilla, Fernando Sáez, Jerry Sheerin y Miguel Zapata. Si bien la galería asume un riesgo al adentrarse en un ámbito ferial alejado de la seguridad de lo conocido y próximo, el resultado es visto como una oportunidad de expansión y crecimiento; una ocasión de establecer contactos con profesionales y de fomentar los intercambios, tanto de artistas como de obras y de información. Lejos de acabar aquí su andadura internacional, en 1991 Varron cuenta con una sala en la Tokyo Art Expo celebrada en el Palacio de Exposiciones Harumi de la capital nipona. La galería de Santiago Martín es una de las siete españolas seleccionadas en esta convocatoria, en la que los intercambios culturales y comerciales se harán con otras de Francia, Alemania o Estados Unidos. Para estar a la altura de las expectativas generadas, Varron reúne en la cita trabajos de Miguel Zapata, Carlos Piñel, Florencio Maíllo o Lorenzo González, además de aportar una selección de grabados de Joan Miró, Antoni Tàpies o Albert Ràfols-Casamada. El resultado, pese al riesgo asumido, parece ser positivo, pues pocas semanas después de celebrado el evento Santiago Martín da a conocer que Varron, gracias a esta feria, va a intercambiar obra con una galería de Seúl. El frenesí expositivo y comercial de Varron llega a tales niveles de actividad que en 1991 se plantea recopilar y difundir todas estas actuaciones a través de un boletín de arte para que, con él, sus visitantes y clientes puedan disponer de cualquier novedad relativa al devenir de la galería. Además, se pretende que la revista complete la oferta informativa y crítica que, sobre la actividad artística, existe en Salamanca. Su objetivo es realizar un lanzamiento trimestral que ofrezca las principales noticias tanto sobre las actividades de Varron como sobre la actualidad del arte nacional y, sobre todo, local y provincial.

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