Arte salmantino [ ] Eduardo Azofra y Chema Sánchez A R T E salmantino en [tiempos de] pandemia
Eduardo Azofra y Chema Sánchez A R T E salmantino en [tiempos de] pandemia
ediciones de la diputación de salamanca Serie catálogos de exposiciones, n.º 253 1.ª edición: marzo 2022 © Diputación de Salamanca ediciones@lasalina.es www.lasalina.es/cultura comisarios Chema Sánchez Eduardo Azofra t e x t o s Eduardo Azofra Chema Sánchez fotografías Chema Sánchez y los autores de las obras mo n t a j e Hnos. Feltrero depósito legal S. 46-2022 i s b n 978-84-7797-689-9 diseño, impresión y encuadernación Gráficas Lope. Salamanca www.graficaslope.com Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea mecánico, electrónico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor.
A lo largo de estos dos últimos años la pandemia ha venido marcando el devenir social y cultural de todo el mundo, incluida Europa, España y Salamanca. Arte salmantino en [tiempos de] pandemia es una exposición que ha querido tomar el pulso al ánimo, la trayectoria y el espíritu creativo de una treintena de artistas vinculados a Salamanca por nacimiento o por su influjo en el ambiente de la capital y su provincia. Estos artistas, además de presentar una muestra de sus dibujos, pinturas o esculturas, también han dejado constancia por escrito de sus sensaciones personales, sus limitaciones, su concentración, la alteración de su ritmo de trabajo o el cambio de escenarios y de ambiente. En muchos casos no solo se ha producido esa alteración en las formas de trabajo, sino también en los temas elegidos y, en ocasiones, en la exploración de nuevas técnicas y formatos. Unos se han consolidado en sus convicciones y planteamientos, otros han buscado nuevas formas expresivas, pero de lo que no cabe duda es de que la pandemia no ha sido capaz de poner fin al caudal creativo de nuestros artistas. La Diputación de Salamanca, sensible a cuanto nos afecta a los salmantinos, no podía permanecer indiferente a la influencia que haya podido tener en los artistas y en sus obras un fenómeno que no solamente ha alterado la salud en general sino también los usos y costumbres de buena parte de nuestra sociedad. Javier Iglesias García Presidente de la Diputación de Salamanca
[ 7 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA A R T E salmantino en [tiempos de] pandemia Eduardo Azofra Chema Sánchez “El artista nunca tuvo perfectas condiciones de trabajo, es más, si hubiesen existido estas perfectas condiciones, el arte no sería posible, se convertiría en vano. Él necesita sufrir una presión, aunque no sé muy bien cuál. El artista existe solo porque el mundo no es perfecto, no está bien hecho. Si el mundo fuese fantástico, perfecto y armónico, no haría falta ningún tipo de arte, el hombre no buscaría armonía en algo diferente, ya que viviría de forma armónica y esto sería suficiente” Andréi Tarkovski Donatella Baglivo (Directora). Andrei Tarkovski: a poet in the cinema [Película]. 19841 Shock/Impacto Todo empezó el día en el que nos dio por mirar por el retrovisor e intentar ver el panorama que dejábamos atrás. La historia de la humanidad está escrita, y salvo las inevitables correcciones y descubrimientos que llevan a cabo a veces los investigadores, los arqueólogos o los historiadores, constituye un testimonio asumido con bastante unanimidad. 1 Agradecemos a Bogdan Chaikovskyi que nos haya facilitado esta referencia.
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 8 ] La democracia de las “polis” griegas, la formación del Imperio Romano, la expansión del cristianismo, el nacimiento del Islam, el Renacimiento, el Barroco, la Revolución Francesa, Napoleón, la industrialización o la Primera y la Segunda Guerra Mundial, constituyen capítulos de la historia que han dejado sentir su influencia en la filosofía, en el derecho, en la poesía, en el teatro, en la novela, en la música y en el devenir social. Probablemente las palabras más utilizadas y manoseadas de los dos últimos años sean Coronavirus, COVID-19, SARS-Cov-2, pandemia, Estado de Alarma, confinamiento, contagios, mascarillas quirúrgicas, metro y medio de distancia de seguridad entre los ciudadanos, aplausos, resiliencia, normalidad y/o “nueva” –parece ya un eufemismo– normalidad, segunda ola (noviembre 2020), y tercera (enero-febrero 2021), y cuarta (abril-mayo 2021), y quinta (julio-agosto 2021), y sexta ola (que iniciada en diciembre de 2021 parece que llega a su pico máximo y empieza a remitir cuando escribimos estas líneas, en torno a las festividades de San Antonio Abad y San Sebastián), las archiconocidas variantes Delta y Ómicron, índice acumulado, vacunas (AstraZeneca, Pfizer, Moderna, Janssen) y antivacunas negacionistas, colapso sanitario, mascarillas FFP2, test de antígenos, PCR, inmunidad y, sobre todo, la que algunos han dado en llamar “de rebaño”. Las consecuencias de esta, ahora sí, “nueva” –o falsa– realidad, se han traducido en estadísticas, porcentajes, en informes contradictorios –en los que un día sí, y otro también, se rectificaba, y se sigue haciendo, lo afirmado el anterior– y, principalmente, en una serie de necesarias limitaciones que han alterado de forma grave el funcionamiento de nuestra sociedad.
[ 9 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Médicos, enfermeros, sanitarios en general, policías, bomberos, profesores, comerciantes, camioneros, taxistas, etc., todos vieron alterado su trabajo por culpa de la pandemia, pero ¿qué pasó con los artistas, dibujantes, pintores, grabadores, escultores, etc.? En este caso, de alguna forma, puede servirnos como respuesta inicial, como punto de partida, alguna de las afirmaciones que, hace apenas unos años, la historiadora (y profesora de la Universidad de Málaga) Milagros León Vegas expresaba en su artículo “Arte y peste: Desde el medievo al ochocientos, de la mitología a la realidad local”, entre otras cosas, que: “El impacto de las epidemias en la historia es constatable desde todos los ámbitos de producción intelectual y artística del hombre. La pintura” –en este caso vamos a emplear su hiperónimo, el arte– “además de hacerse eco de estos desastres, constituye una de las fuentes más interesantes para aproximarse a la interpretación dada a los mismos por las distintas sociedades, dejando entrever datos de rigor histórico, así como elementos englobados dentro del complejo mundo de las mentalidades”. Y, a renglón seguido, indicaba: “La pintura –el arte– ha sido siempre, desde época ancestral, una forma de expresión del hombre para volcar sus pensamientos, miedos, la percepción de la realidad inmediata, de lo comprensible a su entendimiento y lo desconocido, del horror, de lo grotesco y lo bello, transformando lo efímero e inmaterial en eternos testimonios de un periodo, bajo la mirada siempre personal del artista. (…) Las guerras, los desastres naturales o las enfermedades repercuten hondamente en las conciencias colectivas, de ahí que copen un amplio porcentaje de la manufactura plástica de las distintas sociedades”2. Aún más próxima en el tiempo, y fruto inmediato de la reflexión generada por el extraño e insólito momento 2 LEÓN VEGAS, Milagros. “Arte y peste: Desde el medievo al ochocientos, de la mitología a la realidad local”. Boletín de Arte, 2009-2010, 30-31, pp. 223224.
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 10 ] que nos ha tocado y está tocando vivir, es la conferencia Iconografías de la pandemia del guionista (y profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona) Iván Pintor Iranzo. Presentada en abril de 2020 en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) (e impartida on line el 15 de marzo de 2021 –apenas dos días después de haber fallecido su padre a causa del coronavirus– dentro del seminario monográfico Crisis? What Crisis? –título del disco del grupo británico Supertramp del año 1975– organizado por el Máster en Estudios avanzados en Historia del Arte y el Doctorado en Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Salamanca), su primer párrafo se convierte en una magnífica declaración de intenciones, en un perfecto preámbulo de todo lo que viene después: “Figuras solitarias atravesando calles vacías, rostros embozados con mascarillas quirúrgicas, cuerpos que se evitan a más de un metro de distancia ante farmacias y supermercados, hospitales de campaña en pabellones deportivos, equipos sanitarios con trajes de protección, impresoras 3D esculpiendo respiradores, coches patrulla policiales y vehículos militares ocupando el espacio público e incluso hileras de ataúdes esperando a ser retirados son algunas de las imágenes que la crisis provocada por la pandemia de COVID-19 está dejando a su paso. Desde el confinamiento domiciliario de buena parte de la población, además, las infografías de mapas y curvas estadísticas, en sintonía con las grabaciones proporcionadas por las telecámaras de videovigilancia y la omnipresente representación tridimensional del virus –en un choque en ocasiones perturbador con los vídeos y fotografías de los informativos y la prensa–, evidencian y crispan una de las singularidades propias de nuestro contrato contemporáneo con las imágenes: la transformación de los espacios de con-
[ 11 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA tacto e intersección entre el poder, el big data, la representación de la emoción y el sufrimiento singulares y los motivos visuales surtidos por la tradición iconográfica”3. En definitiva, en esta ocasión, debemos ser sinceros, no nos supuso un gran esfuerzo –en realidad, no fue preciso gastar demasiadas energías–, establecer los puntos de partida, las ideas, las palabras, a partir de las que generar un nuevo proyecto expositivo: Arte&pandemia&Salamanca. ¿Y para qué artistas en tiempos de pandemia? Y, llegados a este punto, cabe preguntarse, ¿Y para qué artistas en tiempos de pandemia?, parafraseando una de las preguntas más turbadora jamás planteada en el ámbito literario, la que pronunció Friedrich Hölderlin a comienzos del siglo xix en su buhardilla de Tubinga, a orillas del río Neckar, ¿Y para qué poetas en tiempos de penuria? E incluso podemos ser más incisivos –aunque quizás algunos nos tachen más de provincianos (no descartamos que podamos serlo)– y plantearnos, como así lo hicimos: ¿en qué medida pudo/puede haber alterado la creatividad artística salmantina esta pandemia? Esa fue la cuestión que nos formulamos y que hemos tratado de responder –si es que en realidad es posible, aún lo seguimos dudando, en parte– a través de esta exposición, Arte salmantino en [tiempos de] pandemia, que planteamos hace apenas unos meses a la Diputación de Salamanca, que nos contestó de inmediato, con un tajante sí, motivo por el que, desde aquí, expresamos nuestro más sincero agradecimiento a la mencionada institución; respuesta que se convirtió en el pistoletazo de salida de este proyecto que, en buena medida, encuentra 3 https://lab.cccb.org/es/iconografias-de-la-pandemia/
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 12 ] en esta publicación un argumento fiable para poder así ser recordado y, como en alguna otra ocasión ya hemos dejado por escrito, defenderse del reducto final del olvido. A ambas preguntas, a la más general –la que da título a este apartado– y a la más concreta –la que hemos calificado de más incisiva o provinciana– se ha tratado de dar respuesta en esta exposición a través de las obras –a nuestro entender, ojalá no nos equivoquemos, respuesta incontestable– de una serie de artistas que, eso sí, para formar parte de ella debían cumplir una condición –sí, una exigencia– en este caso, de carácter geográfico, en realidad, de origen: haber nacido en la provincia de Salamanca; condición que después, en algunos casos, hemos “dulcificado”, dando cabida a una serie de artistas cuya vinculación con Salamanca, por diferentes motivos –formación, trabajo, familia, transcurrir vital, premios, exposiciones– ha sido vital en el desarrollo de su obra, dejando además de alguna manera sentir su influencia en el devenir creativo de la ciudad. Así, fuimos invitando a una serie de artistas –una buena parte de ellos con trayectorias ya muy reconocidas, algunos con exposiciones recientemente clausuradas y otros con ellas abiertas o incluso a punto de inaugurarse– a que participaran con una obra –si bien es cierto que por distintos motivos hay alguna excepción, en algún caso, muy pocos, hemos incluido más de una– que fuera fruto de aquellos días o, en su defecto, que haya surgido de lo que aquellos días han supuesto posteriormente en su obra, en su proceso creativo. Como suele ocurrir en estos casos, en estos proyectos en los que nos involucramos, el “reducido” primer listado de artistas, menos de veinte, fue creciendo –aunque al final, una vez más, algunos, a lo mejor muchos, y muy bue-
[ 13 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA nos, han quedado fuera– más allá de nuestras iniciales previsiones, hasta alcanzar la nada desdeñable cifra de treinta y seis firmas. Tres docenas. ¡Quién nos lo iba a decir! Además, en consonancia con la vocación provincial de la Diputación también se ha logrado una alta participación de artistas que o bien han nacido en nuestra provincia o en la actualidad viven en distintos lugares de la misma, hecho que motivará que a lo largo de estas páginas aparezcan citadas distintas localidades como Béjar –de donde proceden tres artistas–, Bañobárez, Cabrerizos, Carbajosa de la Sagrada, Ciudad Rodrigo, Espeja, Guijuelo, Mogarraz, Peñaranda de Bracamonte –en este caso, de aquí vienen dos–, San Martín del Castañar, San Pedro de Rozados o Santa Marta de Tormes. Por nuestra parte, sólo nos resta expresar a todos los artistas que forman parte de esta exposición –ellos bien lo saben, ya se lo hemos dicho de manera particular– nuestro más sincero agradecimiento por haber aceptado y asumido con tanto entusiasmo y diligencia nuestra invitación. Además, a todos ellos se les pidió un texto –que si bien se les indicó que no fuera muy amplio, su extensión quedaba también a su libre elección– en el que pusieran de manifiesto qué supusieron, habían supuesto o estaban suponiendo en su obra, en su arte, aquellos días, esas semanas, estos ya extremadamente perpetuos tiempos de pandemia, tan inciertos, tan brutales. Y como podrán comprobar todos aquellos que los vayan leyendo, el abanico de respuestas dadas es, cuando menos, variopinto, pero, por encima de todo, el conjunto resulta realmente enriquecedor. Sin duda, las experiencias fueron diversas, variadas. Y, sin querer romper la magia que supone esa primera lectura personal e íntima, nos tomamos la libertad de adelantar que
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 14 ] algunos nos confesaron, sotto voce y un tanto sonrojados, que el confinamiento y las medidas restrictivas no les habían resultado traumáticas y que apenas habían afectado a su trabajo, no sólo eso sino que incluso gracias a ellas habían incrementado sus horas de dedicación al mismo –sobre todo porque algunos ya llevaban años autoconfinados en su estudio, donde están acostumbrados a pasar largas horas en soledad– mientras que otros, de manera especial aquellos que tuvieron que permanecer la clausura obligada en sus casas, sin poder acercarse a su refugio, a su taller, tuvieron que adaptarse a trabajar en formatos pequeños y muy pronto sufrieron la carestía de materiales –a su alcance apenas tenían papel, acuarelas o un kit básico de pintura, recuperado en ocasiones de algún rincón donde llevaba olvidado unos cuantos años– y esa necesidad, unida a esa nueva situación límite y desconocida que tocaba vivir, les generó una terrible sensación de desconcierto y aturdimiento, de infinita angustia y desasosiego, que Uje Civieta plasmó a la perfección en su “pequeña” obra, nos referimos al tamaño, titulada Resignación. Asimismo hubo alguno que optó por acercarse a la ventana –y la abrió de par en par, y sacó la cabeza y plasmó todo aquello que descubrió– mientras que otros se miraron al espejo, y se vieron en un primer plano (como Mario Criado en La vida es un pez en la mano o Chema Navares en Última barrera de defensa) y se autorretrataron, dejándose ver –en recogida estupefacción, en íntimo desasosiego– a través de una delicada y esencial celosía, como lo hizo Florencio Maíllo, o, como fue el caso de Ángel Luis Iglesias, lanzando un terrorífico y terrible grito de dolor, el que estaba ocasionando aquella/esa/esta aún horrible pesadilla, que
[ 15 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA tantas y tantas “clandestinas & silenciadas fosas de gritos”4 generó/generaba/genera. También salieron a relucir los recuerdos de infancia, y los de juventud, el padre hablando de la lluvia desigual –en definitiva, el dicho de que nunca llueve a gusto de todos–, la nostalgia que provoca la ausencia y la perentoria necesidad que tuvieron –al igual que buena parte de la población– de ver, y de rever, las antiguas (viejas) fotografías de los álbumes familiares. No en vano, como apuntara Pedro Vicente, “para numerosos creadores y pensadores contemporáneos, el álbum de familia y las fotografías domésticas, propias o ajenas, representan el motivo principal de estudio y la materia prima para sus obras”5. Pero si de algo nos han hablado los artistas una y otra vez ha sido de tiempo de estudio, de reflexión, sobre todo interior, de pensar y meditar, de días de música y de libros –Alfonso Cuñado lo plasma a la perfección en Lectura a contraluz y Lucinio Alonso en su poema Libros, cuyos primeros versos nos cuentan que Florecieron los libros / en las estanterías. / Llegó el confinamiento / y de pronto entreabrieron / las olvidadas páginas sus pétalos / y libraron aromas escondidos, fragancias encerradas / que llenaron de vida el tiempo muerto6– y, finalmente, de apasionada y liberadora creación artística, de Arte con mayúsculas. Imágenes que persuaden [e inquietan] No se trataba en esta ocasión de mostrar estilos (entre las obras recibidas hay de todo tipo, desde la colorista evocación neoimpresionista o neopuntillista Primavera que no vimos, de Ricardo Martín Vázquez, hasta las abstracciones de Graciliano Montero, con su Pintura 19, Juan José 4 Este verso forma parte del poema [:memoria:], que escrito por MAMS (Miguel Ángel Muñoz Sanjuán) se recoge en A poema abierto. Escribir en tiempos de pandemia. Edición de Amalia Iglesias Serna. Salamanca: Universidad de Salamanca, 2020, p. 174. En pleno Estado de Alarma desde el Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de Salamanca, y coordinado por Amalia Iglesias Serna, se puso en marcha un precioso proyecto basado en la creación de un espacio poético virtual abierto con “el objetivo de ofrecer a los ciudadanos una ventana de par en par hacia la poesía”. El resultado final fue recogido en el citado libro, al que volveremos en más de ocasión y cuyo pdf se puede descargar gratuitamente en: https://sac.usal.es/ images/a_poema_abierto.pdf 5 VICENTE, Pedro (ed.). Álbum de familia [re]presentación, [re]creación e [in]materialidad de las fotografías familiares. Madrid: Diputación Provincial de Huesca y La Oficina, 2013, p. 7. 6 A poema abierto…, p. 37.
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 16 ] Sánchez López, con su Caos, o Andrés Alén, que concibe Hierro, un minucioso collage, “como un horizonte abierto a otra claridad”), ni tendencias, ni referentes (aunque Maite Rodríguez nos diga –Las tres Gracias es un claro ejemplo– que ha aprovechado este tiempo para realizar, como recurso evasivo, fragmentos de obras de uno de sus pintores más admirados, Sandro Botticelli, y el políptico de alucinantes y orondas brujas –libres de tapujos y embozos– de Eusebio Sánchez Blanco, que algo o quizás mucho tiene de esoterismo y de conjuro, sea un guiño a Goya, a Francis Bacon o a Lucian Freud), ni generaciones (si bien es cierto que una tercera parte de los artistas participantes nacieron en la década de los 50, no lo es menos que diez superan los 70 años –teniendo el privilegio de contar con Malocha Pombo, que cumplirá noventa primaveras– y cinco aún no alcanzan los 50, resultando, en este sentido, casi insultantes los veintitrés años de Bogdan Chaikovskyi), ni tan siquiera una temática concreta, tanto que incluso nos han llegado –y no citamos ahora todas las piezas– algunas referencias religiosas a través de Tentenecius, cuadro totalmente reconocible de Jerónimo Prieto que tiene a San Juan de Sahagún y a su toro como protagonistas, del evidente San Sebastián que protagoniza Sin título, obra de Aída Rubio en la que aboga por profundizar en la incorporación de los procedimientos digitales en su trabajo, y de la caótica y laberíntica Torre de Babel en la que Carlos García Medina incluye todo un bestiario surgido de la tradición popular salmantina. Como no podía ser de otra forma, en el apartado de la temática, la consigna para los artistas fue de absoluta libertad a la hora de presentar la obra que cada uno quisiera, a pesar de lo cual se han impuesto –en un caso de manera un tanto ajus-
[ 17 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA tada y en el otro con total rotundidad– como temas más recurrentes, el paisaje urbano y la naturaleza. Las ciudades han sido siempre el eje principal de la obra de Belén Cobaleda García-Bernalt, pero esta época que vivimos, en la que las hemos sentido desiertas, desamparadas, casi muertas –premonitoria e impactante imagen ¡quién nos lo iba a decir! aquella de Eduardo Noriega corriendo solo, completamente solo, por la Gran Vía madrileña en la película Abre los ojos (1997) de Alejandro Amenábar– ha hecho –y escribimos ahora en primera persona, son palabras de la propia pintora– “alejarme de las entrañas de la ciudad y contemplarlas desde la distancia”, como así ocurre en Confín I, del mismo modo que a José Manuel Sánchez Rodríguez, como expresa gráfica y acertadamente en Lifeless 02, “la calle ya no significaba nada como tal”. En pleno estado de alarma el poeta José Pérez Olivares escribió El silencio, cuyos siete primeros versos nos cuentan: Sin niños en sus calles / la ciudad parece muerta. / Entre dos adoquines / la hierba ha comenzado a crecer / y una lechuza, / oculta en el follaje, grazna y alza el vuelo7. Por su parte, Alfonso Cuñado y Alejandro Mesonero –pintores metódicos donde los haya– se han mantenido fieles a sus definidores estilos. Así, Cuñado ha gestado en Bifurcación una imagen caleidoscópica, o como él prefiere decir, deconstruida, marcada por una alta carga evocadora gracias al preciso uso de la luz azul, esa –como una vez nos confesó el pintor– que lo envuelve todo cuando el día está a punto de acabar, cuando ya apenas queda nada para que se inicie el anochecer. Por su parte, Mesonero –conversador incansable, sobre todo cuando el arte es protagonista del diálogo–, crea, en Y sucedió en primavera, una obra de cuidada y equilibrada composición repleta de 7 A poema abierto…, p. 174.
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 18 ] ejecución y pensamiento, en la que el ser humano, el “Bosque Humano” –como a él siempre le ha gustado decir– se vio obligado a parapetarse en el interior de sus hogares en la primavera del año de “gracia (maldita)” de 2020. Este apartado se completa con tres delicados dibujos, uno, La procesión de los céntimos, realizado a bolígrafo por Mesonero, y los otros dos, dos detalles decorativos de la Puerta del palacio Ávila y Tiedra de Ciudad Rodrigo, dibujados a lápiz y tinta, se deben a Marín Cayetano García Aguado. El paisaje natural ha sido el tema más abordado. Esa asombrosa y agradecida naturaleza que tuvo tiempos [de pandemia] para florecer y avanzar libre –quizás así sea mejor, enteramente libre–, en todo su vasto esplendor, como ocurre en Caminos de ida y vuelta –ese díptico que nos permite respirar el aire limpio del campo– de Fernando Segovia, en La naturaleza se abre camino, de Francisco Tomás Medina Pérez –donde la hierba crece descuidadamente, o eso es lo que nos parece–, en Cantábrico, de Isidoro Moreno López –donde las apaciguadas aguas perfilan la costa o es ésta la que perfila a aquéllas–, o en el Águila, de Mª Salud Parada Morollón, que tras levantar el vuelo se lanza en picado mientras “Cruzan silencios por el aire en calma” (verso del poema Akhmaru, de Jenaro Talens8). Y en este rico apartado también podemos incluir Cánidas-8-miradas de Antonio Varas de la Rosa, Paisaje de Peñíscola de Salvador Yáñez, Es Colomer de Malocha Pombo, o Las huellas del agua de JuanPro, a quien la naturaleza le “recuerda constantemente las huellas que deja a su paso. Cuando la naturaleza interviene todo es más auténtico”. Y, en buena medida, en el polo opuesto, reclamando la libertad perdida por la Humanidad, la Musa de la Liber- 8 A poema abierto…, p. 241.
[ 19 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA tad, una escultura de claros ecos o retornos clásicos con la que Elisabeth Martín Maíllo expresa su deseo de volver a sentirse libre, de la misma manera –su grácil y etéreo movimiento así nos lo indica– que el Jabato de Amable Diego. Una ya añorada y deseada libertad, con o sin Máscaras en Azul, si bien es cierto que las caretas y los antifaces de José Antonio Muñoz Bernardo quizás nos permitan descubrir lo real mejor que si estuviera representado fielmente y nos transporten a otros lugares y otros tiempos [sin pandemia] –a los carnavales venecianos, por ejemplo, ¡maravilloso baile de máscaras!–, permitiéndonos así, además, que por unos fugaces instantes nos olvidemos –a todos nos incomodan, no vamos a engañarnos– de esas que hoy nos protegen y tan necesarias son. Nos reciben, y también nos despiden, dos curiosas, y quizás “extrañas”, piezas –hemos estado tentados de recordar aquí la Fuente (1917) de Marcel Duchamp como material expositivo y como obra que pasó a la historia del arte como claro modelo de innovación y creatividad– engendradas en los terribles días de la [maldita] primera ola, La copa de Wuhan (convenientemente desinfectada) en que Luis de Horna convirtió la puerta del frigorífico de su hogar “durante la reclusión obligada por la peste china de 2020”, y La camilla en cuyo tablero Carlos Civieta fue pintando, a través de la ventana, los distintos árboles que iban floreciendo en su jardín. Esa mesa camilla anclada a los sofás, a la habitación, a la morada, pero, sobre todo, a la ventana que se abre, a la vida. La poeta Marta Agudo lo expresa con maestría en su pandémico poema El marco de la ventana. Dice: El marco de la ventana nos determina. / Limitación conjugada y al mismo tiempo / pauta de lo desconocido. / Y el sol
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 20 ] que no se cansa de amanecer… / El cristal delata su elocuencia / y ordena los sucesos de la nueva oportunidad. / Ven aquí y respira, / es un aire que no enferma ni delata, / que podrá auscultarse sin rencor / porque fue a la vez oxígeno, fractura. / Y el sol que no se cansa…9. Y en ese espacio que tanto es de entrada como de salida también nos esperan, para “golpearnos” brutalmente, dos obras cargadas de reflexión y de emotividad. Caín & Abel. After Rubens le sirve a Bogdan Chaikovskyi para meditar sobre lo que hubo y se perdió, sobre las consecuencias de lo sucedido, eligiendo para ello el angustioso momento del relato bíblico de no retorno. Por su parte, Miguel Elías –que ha optado por acompañar su obra en este catálogo, a modo de comentario, con las tres primeras estrofas del conmovedor Poema para momentos difíciles, escrito en pleno Estado de Alarma por su amigo Alfredo Pérez Alencart10– tuvo el coraje, el arrojo, de pintar su Ritual para aquellos que no pudieron despedirse. Homenaje al personal sanitario en una sábana del SACYL, convertida a partir de ese momento en un estremecedor lienzo con el que aplaudir el titánico trabajo llevado a cabo por los sanitarios, por tantos héroes anónimos. Y en esa misma línea está la marmórea escultura de José Antonio Muñoz Bernardo, Mujer con velo blanco, tallada –en palabras del autor– “durante el confinamiento como propuesta de monumento homenaje a la Sanidad Española en pandemia”. Pero si de algo nos han hablado todos los artistas fue de sentimientos, de sensaciones, de impresiones, de emociones. Hartos como estamos ya de que nos bombardeen con un sinfín de escenarios para el fin del mundo y nos hablen de la distopía del coronavirus que aún nos mantiene muy 9 A poema abierto…, p. 30. 10 El poema completo en: A poema abierto…, pp. 190-192.
[ 21 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA alejados de la “antigua y única” normalidad –sobre todo porque somos de los que seguimos depositando nuestras esperanzas en la inagotable capacidad creadora y reformadora de la inteligencia humana– quizá sea el momento, pensamos, ingenuos a lo mejor, de hacer una [hermosa] exposición repleta de Imágenes que persuaden [e inquietan] y no de artefactos inofensivos –porque, como ya dijera Didi-Huberman, “el hálito viviente perdura en las imágenes, tiene fuerza superviviente y metamórfica”11– y que sí se pudiera ver. Seguimos echando en falta el poder reencontrarnos con tantos territorios antes habituales, seguimos esperando –como escribieron los poetas– “que vuelvan los pasos de la vida” y “¡Que se recobre la vida esplendorosa!”, seguimos necesitando respirar las obras de arte. Y en estos días en los que se empieza a hablar de las variantes Deltacron y BA.2, también llamada Ómicron sigilosa, y de un colutorio o enjuague bucal que usado durante 30 segundos desactivaría el virus al 99% entre una y cinco horas, evitando así su propagación a través de la saliva, queremos detenernos –ya casi decir adiós– con el Abrazo de Ignacio Villar, una pequeña –de tamaño– escultura de alabastro que a su autor le “evoca la sinceridad del abrazo deseado –nosotros añadimos también los besos– que genera el reencuentro después de una larga y dolorosa ausencia no deseada”. Y si pueden, les animamos a que se acerquen a Los días del desabrazo, de Sergio García Zamora. Aquí dejamos sólo la última estrofa: cuando pasen los días del desabrazo / abrazaré el amor que me consuela / nunca más escribiré / la palabra muerte a la ligera / y mis poemas estarán vivos / porque serán la vida mis poemas12. 11 DIDI-HUBERMAN, Georges. La imagen superviviente. Historia del arte y tiempo de los fantasmas según Aby Warburg. Madrid: Abada Editores, 2018, p. 150. 12 A poema abierto…, pp. 115.
catálogo
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 24 ] Afectivamente el confinamiento fue duro pero para mí creativo, donde parecía que se podía disponer de todo el tiempo para ello. El cuadro Hierro pertenece a una serie amplia, inédita, de este tiempo de pandemia, en la que suelen sucederse una serie de teselas que se funden en otra unidad, y que algo deben de tener con el paso del tiempo. Hierro es un collage, bastante minucioso, en negros y pardos, a modo de herrumbre, un tanto escultórico y que se presenta como un horizonte abierto a otra claridad. Andrés Alén / Salamanca, 1953
[ 25 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Hierro | 2020 Collage sobre tabla 70 x 50 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 26 ] La obra trata sobre la noción de algo que ha estado presente y ha desaparecido, de la nostalgia que provoca esta ausencia. El discurso que articula esta pieza parte de la promesa de que vivimos en un momento en el que constantemente tenemos la noción de algo que todos hemos tenido hasta hace poco y que de repente se ha perdido. Reflexiona sobre la nostalgia, sobre la decadencia, tanto cultural, como psicológica y moral que sufrimos en la actualidad, mostrando la complejidad del tema desde el punto de vista social, psicológico, emocional, personal y filosófico. La obra se sirve del relato bíblico, a través del cual se observa la angustia, el momento exacto del cambio, el momento de no retorno. Tanto nosotros como Caín deseamos volver, retroceder en el tiempo para poder cambiar lo que ha sucedido. Pero la realidad prepara un duro golpe, lo que ha sucedido no se podrá cambiar, tal vez en esto consisten las reglas de la vida. Actualmente nos vemos plenamente sometidos en este momento de cambio, de duro golpe, de las consecuencias de lo sucedido. Lo más difícil es asumir la idea de la culpabilidad, de que realmente todo depende de todos y de cada uno de nosotros, de que todos en parte somos tanto Caín como Abel. Por ello, la obra no determina un único punto de vista, ni una única verdad, sino que plantea el problema, propone una serie de cuestiones, abre un espacio de reflexión. Estamos sometidos a muy duras condiciones de vida y de trabajo, pero quizás es cuando más debemos de trabajar y mostrar nuestra mejor cara. Bogdan Chaikovskyi / Lviv –Ucrania–, 1998
[ 27 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Caín & Abel. After Rubens | 2021 | Técnica mixta (serigrafía, acrílico y óleo sobre lienzo) | 163 x 143 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 28 ] La camilla, intimidad, hogar, confianza. Pegada a una ventana por la que se ve el jardín. Desde donde el confinamiento es más amplio, abierto y llevadero. Desde donde observaba las plantas y los árboles. Esos representantes del paso del tiempo, de las estaciones, espejos de nuestro propio devenir. Representé tres de esos mismos árboles –en concreto, el abedul, el plátano y el sauce– de manera independiente, en una muestra que tuvo lugar en 2019 de grabados al aguafuerte sobre plancha de zinc de 16 x 12 cm (impresos en papel Hahnemühle, 4 barbas de 350 gramos, de 26,5 x 19,5 cm) donde los denominé genéricamente Desnudos. Mi hermano me propuso que los volviera a representar, pero en esta ocasión vestidos. Era una sugerencia que el confinamiento me facilitó. Son los mismos árboles que veía sentado a la camilla, desde la ventana que da al jardín. Es esa rueda de árboles donde se aprecian el plátano, el castaño, la encina, el roble, el pino, el arce… Ellos siguen su curso ignorantes de nuestro encierro, puede que incluso se alegren de tenernos cerca tanto tiempo, aunque no sepamos leerlo. Carlos Civieta Rojas / Salamanca, 1949 Desnudos (abedul, plátano, sauce) | 2019 Aguafuerte impreso en papel 16 x 12 cm (papel: 26,5 x 19,5 cm; enmarcado: 45 x 36 cm)
[ 29 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA La camilla | 2020 Óleo sobre tabla. Alto, 70 cm; diámetro, 90 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 30 ] Dado que el confinamiento lo realicé en mi casa solo tenía papel como soporte y acuarelas, por lo que no pude emplear otras técnicas que normalmente uso. El cuadro alude a la sensación de resignación propia que sentí durante esos días de confinamiento al no poder salir y al percatarme de la penuria técnica que podría utilizar. Lo que intento es pintar un sentimiento, precisamente la obligación de la resignación de tener esas circunstancias. Uje Civieta Rojas / Salamanca, 1953
[ 31 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Resignación | 2020 Acuarela sobre papel 32 x 23 cm (51 x 42 cm)
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 32 ] Belén Cobaleda García-Bernalt / Salamanca, 1980 Confín I | 2021 | Óleo sobre lienzo 150 x 195 cm Escribir sobre la obra de uno mismo siempre supone un ejercicio de interiorización y reflexión. A mi juicio, la parte más complicada de la creación. En mi caso pinto por necesidad, por placer, en busca de una idea o una sensación, muchas veces soñada. No siempre consigo mi objetivo, pero el día que eso sucede, la sensación de placer, de deleite al contemplar mi trabajo es máxima. Las ciudades, eje principal de mi obra, no son nuestras sólo cuando las andamos, sino también cuando las soñamos, y eso es justo lo que ha pasado estos últimos años. Ciudades grises, vacías, sin sonidos, olores… ciudades deshabitadas. Todas aquellas imágenes perseguidas y soñadas se hicieron realidad y la necesidad de huir de esta nueva realidad, ha hecho alejarme de las entrañas de la ciudad y contemplarlas desde la distancia.
[ 33 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 34 ] Mario Criado / Lezo, 1977 Raquelina | 2021 Óleo sobre tabla | 20 x 17 cm En la clausura obligada de aquellos días, sin taller y sin materiales suficientes, al menos tuve la oportunidad de seguir pintando en formatos pequeños. Improvisé un pequeño rincón con un caballete de campaña y un kit básico de pintura de mis primeros años. Estaba junto a una ventana y apenas ocupaba 2 metros cuadrados. Todo lo que necesitaba lo alcanzaba con la mano. Entonces comencé una serie de apuntes y retratos pequeñitos, casi siempre a partir de fotografías antiguas de álbumes familiares. Pensé que podría ser el comienzo de algo, una especie de iconografía genealógica. Pero fundamentalmente lo que motivaba era el hecho en sí de pintar. Se trataba de concentrar la mirada en lo específico y resolver el cuadro desde la emoción, encontrando, antes que cualquier significado, una verdad pictórica clara y concisa. Un pequeño milagro donde latiera la vida. La vida es un pez en la mano | 2021 Óleo sobre tabla | 17 x 20 cm
[ 35 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA 1964 | 2021 | Óleo sobre lienzo | 50 x 46 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 36 ] Alfonso Cuñado / Salamanca, 1953 La pandemia la hemos sufrido, aun la sufrimos todos, independientemente de la profesión que tengamos. Como artista me he sentido afortunado por disponer del refugio del estudio de pintura y poderme dedicar con mayor intensidad a lo que me apasiona. El confinamiento se lleva mejor cuando se tiene una actividad espiritualmente enriquecedora, como puede ser el arte, la música, el cine, la lectura, etc. Independientemente de la situación social vivida, con mi arte intento ser fiel a mí mismo y reflejar desde mi perspectiva una visión totalmente personal a través de la pintura. Lectura a contraluz | 2021 Óleo sobre tabla 50 x 50 cm
[ 37 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Bifurcación | 2021 | Óleo sobre lienzo (100% lino) | 150 x 150 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 38 ] Amable Diego / Salamanca, 1950 Las circunstancias mandan y me tomé la pandemia con tranquilidad y todas las precauciones posibles. Yo creo que nunca había dibujado tanto. Aproveché el confinamiento, el obligatorio y el voluntario, para dibujar. Dibujos de bailarinas que poco a poco se convertían en bocetos. Y en tal número que creo que tengo ya proyectos para toda la vida. El dibujo figurativo lo acabas dominando tras trabajar las formas clásicas, la anatomía… Pero si investigas y no te resignas te acercas a la abstracción o al cubismo. Fruto de esa inquietud y de ese trabajo previo es esta pieza en la que me planteé utilizar un material novedoso en mi trabajo. Había tallado piedra y madera, modelado barro y escayola, trabajado el bronce y el acero corten. Mi curiosidad me llevó a trabajar con el acero inoxidable, atraído por su condición de material para toda la vida y realmente me encuentro muy satisfecho de la experiencia llevada a cabo y del resultado obtenido.
[ 39 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Jabato | 2021-2022 | Acero inoxidable 116 x 145 x 50 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 40 ] Aquel fatídico mes de febrero venía con muchos eventos, ilusiones y proyectos en Portugal. Y todos se fueron al garete en un plis plas. El libro “Palacios y casas nobles de Almeida y Ciudad Rodrigo” “confinado” en la editora, una exposición en Lisboa suspendida y otro libro sobre baluartes de la raya seca aplazado sine die. Y comenzó un tiempo de forzadas ausencias, silencios y precauciones. Sin remedio, en soledad, tuve que buscar remedios que paliaran o aliviaran el suceso que se venía encima. Y aparecieron en forma de dibujos de Ciudad Rodrigo y Marvao (Portugal). Del Palacio de Ávila y Tiedra brotaron incesantes imágenes por la necesidad de sentirme bien, sin pensar en para qué los hacía. Sólo porque abril siempre nos regala lluvia, colores, vida y esperanzas. Porque siempre hay un nacimiento que proyecta luces sobre senderos de futuro y nuevos viajes con ilusiones renovadas en pos de la belleza confinada aquel fatídico mes de febrero para disfrutarla y dibujarla. Y Abril llegó con una luminosa sonrisa bajo su brazo y un lápiz en la mano para dibujar. Libre. Marín Cayetano García Agudo / Bañobárez, 1951
[ 41 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Puerta del palacio Ávila y Tiedra. Detalle decorativo | 2021 Lápiz y tinta con estilógrafo 0,03 mm sobre papel caballo 109 27,5 x 16 cm Puerta del palacio Ávila y Tiedra. Detalle decorativo (Invitación a la lectura) | 2020 Lápiz y tinta con estilógrafo 0,03 mm sobre papel caballo 109 26 x 17 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 42 ] Al principio de la pandemia me sentí aturdido, mi principal sensación fue de desconcierto. De repente el orden, la vida cotidiana se venía abajo y bruscamente, de la noche a la mañana, todo había cambiado, este fue un tiempo contradictorio y confuso. Así, durante las primeras semanas del confinamiento realicé esta obra, “La Torre de Babel” (perteneciente a la serie “Signos de identidad”), donde se incluye todo un bestiario surgido de la tradición popular salmantina conformando estos animales y símbolos, todo un caos, un laberinto del que no saben cómo saldrán. La torre se perfila en rosa, pero es como un espectro por el que sólo discurren estos, sobre un fondo indeterminado, que quiere ser azul. Tan solo algunas de las muchas figuras que aparecen ofrecen colores más alegres, tratando de dar a la obra un halo de esperanza… Carlos García Medina / Ciudad Rodrigo, 1958 La Torre de Babel | 2020 Técnica mixta sobre tabla 100 x 81 cm
[ 43 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 44 ] El sentirse limitados por las largas estancias en el hogar, con breves y rutinarias salidas para el avituallamiento y el paseo a Chispa, nuestro pequeño yorkshire, no supuso un excesivo trauma como lo fue para más de una persona. La excepcionalidad de la situación invitaba a emplear las horas (había demasiado tiempo) en tareas creativas que no supusieran demasiada concentración y sirvieran al tiempo de disfrute y entretenimiento, sin prescindir de su intención decorativa en el hogar. Muebles pintados en sus frontales con colores vivos, transformación de la rectangularidad de ventanas y puertas con arcos en su parte superior, mayor luz lograda en las estancias con muebles de tonalidades oscuras necesitados de nuevas claridades de lacados marfileños y cromatismos ocasionales de influencia popular… Valga como ejemplo el cuadro de la copa-florero con el pavo real realizado expresamente para ser reproducido en un vinilo adherido a la parte superior del frigorífico de nuestra casa. Nos molestaba un poco la excesiva blancura de la nevera. Nos pareció oportuno embellecerla con formas y colorido de inspiración muy popular. Tanto Felicidad como yo nos hemos sentido muy gratificados con estos trabajos creativos empleando un tiempo que, de no ser por ellos, hubiera sido lento, monótono y estresante. Luis de Horna / Salamanca, 1942
[ 45 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA La copa de Wuhan (convenientemente desinfectada) | 2020 Acrílico sobre DM 118 x 55,4 cm En la parte inferior del cuadro aparece el siguiente texto: “Pintado por Luis de Horna durante la reclusión obligada por la peste china de 2020”.
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 46 ] Como artista, en mi obra, la pandemia ha influido para plasmar el estado general del ser humano. Ello conlleva una figuración mucho más agresiva en la pincelada. Con unos fondos tenebrosos, de la incertidumbre del momento pero con un halo de esperanza, con la inclusión de un color mucho más vivo. El autorretrato es el retrato de nuestra sociedad en estos momentos. Ángel Luis Iglesias / Salamanca, 1977
[ 47 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Grito | 2020 Técnica mixta sobre lienzo 195 x 146 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 48 ] JuanPro (Juan Francisco Pro Rodríguez) / Peñaranda de Bracamonte, 1960 La pandemia: Una manera diferente de hacer las cosas. Desgraciadamente, como consecuencia del COVID y la pandemia, los artistas hemos tenido muchas restricciones, pero también las consecuencias de este mal, nos obliga a un cambio total de la inercia adquirida, de los años atrás. Con este parón forzoso y constante, he conseguido algo más de tiempo en las reflexiones, centrarme en un tema muy interesante, la naturaleza. La naturaleza me recuerda constantemente las huellas que deja a su paso. Cuando la naturaleza interviene todo es más auténtico.
[ 49 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Las huellas del agua | 2020 Hidrolizado de cobre, zinc y níquel 68 x 48 x 3 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 50 ] Un recogimiento forzado y casi deseado. Los dos últimos años los he vivido, como imagino en la inmensa mayoría de nosotros, con un sentimiento de incertidumbre permanente, de zozobra, en especial por desconocer cuanto tiempo tendrá que pasar para que podamos movernos dejando atrás esta pesadilla de la pandemia. Sensación de desasosiego y estupefacción por no saber que nos tocara ver en adelante, sin encontrar respuesta a ¿qué nos está pasando? Tiempo confuso, este, en el que la vida se desarrolla de forma diferente a como estamos acostumbrados, acrecentado por la pérdida de seres queridos de quienes ni siquiera pude despedirme. En los primeros días del férreo confinamiento me sobresaltó la noticia del fallecimiento del gran artista José Portilla y meses más tarde la pérdida de mi querido amigo Froilán Hidalgo Acera, siempre en mi recuerdo. Con esta desangelada perspectiva, evidenciando la falta del contacto cercano de los amigos, la nueva rutina me empujó al espacio íntimo, al conocido, máxime cuando tienes la fortuna de afrontar el confinamiento acompañado del mayor tesoro que ésta me ha regalado, tiempo para la familia y el taller. Quienes consideramos al recogimiento una esencial necesidad en el discurso diario, no tememos al aislamiento y la soledad. De modo que este tiempo vivido de inquietud y desazón no ha calado con crudeza en mí, en lo profesional. Desde el inicio abracé los recursos necesarios con los que podía contar, ya que los conocía y valoraba, presentes y esenciales en mi vida habitual desde siempre, por mi particular forma de vida casi eremítica. De modo que la insoportable nueva realidad se tornó sublime, máxime cuando tienes la fortuna de estar con los tuyos y con lo que más te gusta cultivar, la soledad del estudio. Es así como acabé abrazando la bendita cotidianeidad con la gran virtud de dedicarme, más si cabe, a lo que más deseo. Florencio Maíllo / Mogarraz, 1962 Autorretrato con celosía | 2020-2021 Encáustica sobre aluminio 150 x 150 cm
[ 51 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 52 ] Enredada en tus propios ropajes que impiden y paralizan tus libres movimientos. Despliegas tus alas con intención de alzar el vuelo, el vuelo de tu alma, sentir el viento en tu cara y volver a sentirte libre. A pesar de que hemos estado inmersos en escenarios donde la angustia, la frustración, la soledad y la falta de libertad han sido las emociones protagonistas, también se ha dado cabida a experimentar momentos muy emotivos y emociones positivas, gratitud, esperanza, optimismo, teniendo la capacidad de adaptación, logrando trasformar la situación y ganar más tiempo o todo, para crear. Musa de la Libertad es una de las obras creadas en este periodo de tiempo, me ha permitido expresar esa necesidad de libertad, sin ataduras ni ropajes, reflejo de mi identidad. Elisabeth Martín Maíllo / Béjar, 1980
[ 53 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA Musa de la Libertad | 2020 Obra efecto piedra con imprimación de arena. Realizada de malla metálica, moldeada 100% a mano. Esmaltada y lacada en color tierra y oro. 180 x 60 x 35 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 54 ] Recolecta de flores de la primavera que no vimos, para hacerlas eternas. El arte me ha hecho sentir durante esta pandemia, la doble perspectiva que le caracteriza siempre. Por un lado, reflejo de la realidad, en este caso con el agobio e incertidumbre de la pandemia. Y, por otro lado, esa otra realidad paralela del arte, que permite evasión de esa propia realidad, aun estando representándola, por la posibilidad de desahogo que supone la expresividad artística. Ricardo Martín Vázquez / Béjar, 1947 Primavera que no vimos | 2020 Impresionismo a espátula. Altorrelieve en óleo. Lienzo 80 x 80 cm
[ 55 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 56 ] Tiempo de pandemia, tiempo de reflexión, momento para volver a conectar con la naturaleza buscando lugares apartados. El cuadro representa las dependencias del Huerto de Fray Luis de León en Cabrerizos donde vivía momentos de descanso y de inspiración para su obra. Hoy se encuentra desgraciadamente en mal estado por el abandono que ha sufrido y la naturaleza se ha abierto camino entre sus ruinas. ¿Volveremos en el futuro, como consecuencia de la pandemia, a buscar esos lugares apartados donde el silencio exterior nos permita escuchar nuestro interior? Francisco Tomás Medina Pérez / Cuenca, 1962
[ 57 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA La naturaleza se abre camino | 2021 | Óleo sobre lienzo | 97 x 146 cm
ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA p á g i n a [ 58 ] Planea la noche, silenciosa y cruel sobre la especie humana que nos enroca al espacio privado; dos edificios comprimen y achican el público. Uno, el noble de historia pretérita, nos habla en sus esculpidas piedras, de antiguas pestes; el otro, bastión que ha de salvar. Miedo y fe se mezclan en el balcón iluminado. Un galgo, atónito, se hace dueño de la calle. La acacia de Babilonia florece… Y sucedió en primavera. En el año de gracia (maldita) de 2020. Alejandro Mesonero / Peñaranda de Bracamonte, 1950 La procesión de los céntimos | 2020 Bolígrafo sobre papel 28 x 23 cm (con marco, 46 x 43 cm) Ilustración para la portada del libro Peñaranda y la situación social (1850-1950, de Fernando Ullán Hernández, publicado en febrero de 2021. Durante este periodo, tan lejano y tan cercano, transcribo las palabras del médico peñarandino Luis de Dios (La Voz de Peñaranda, 1906), y recogidas por Fernando Ullán: “El pauperismo en Peñaranda, la procesión de los céntimos. …/… La legión de pobres que uno o dos días por semana y en montón recorren las calles y plazas de nuestra villa, en demanda de los céntimos que dan las casas acomodadas a los que a sus puertas se acercan”.
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