[ 21 ] p á g i n a ARTE SALMANTINO EN TIEMPOS DE PANDEMIA alejados de la “antigua y única” normalidad –sobre todo porque somos de los que seguimos depositando nuestras esperanzas en la inagotable capacidad creadora y reformadora de la inteligencia humana– quizá sea el momento, pensamos, ingenuos a lo mejor, de hacer una [hermosa] exposición repleta de Imágenes que persuaden [e inquietan] y no de artefactos inofensivos –porque, como ya dijera Didi-Huberman, “el hálito viviente perdura en las imágenes, tiene fuerza superviviente y metamórfica”11– y que sí se pudiera ver. Seguimos echando en falta el poder reencontrarnos con tantos territorios antes habituales, seguimos esperando –como escribieron los poetas– “que vuelvan los pasos de la vida” y “¡Que se recobre la vida esplendorosa!”, seguimos necesitando respirar las obras de arte. Y en estos días en los que se empieza a hablar de las variantes Deltacron y BA.2, también llamada Ómicron sigilosa, y de un colutorio o enjuague bucal que usado durante 30 segundos desactivaría el virus al 99% entre una y cinco horas, evitando así su propagación a través de la saliva, queremos detenernos –ya casi decir adiós– con el Abrazo de Ignacio Villar, una pequeña –de tamaño– escultura de alabastro que a su autor le “evoca la sinceridad del abrazo deseado –nosotros añadimos también los besos– que genera el reencuentro después de una larga y dolorosa ausencia no deseada”. Y si pueden, les animamos a que se acerquen a Los días del desabrazo, de Sergio García Zamora. Aquí dejamos sólo la última estrofa: cuando pasen los días del desabrazo / abrazaré el amor que me consuela / nunca más escribiré / la palabra muerte a la ligera / y mis poemas estarán vivos / porque serán la vida mis poemas12. 11 DIDI-HUBERMAN, Georges. La imagen superviviente. Historia del arte y tiempo de los fantasmas según Aby Warburg. Madrid: Abada Editores, 2018, p. 150. 12 A poema abierto…, pp. 115.
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